Las visitas técnicas a iniciativas comunitarias en la región sureste de Bolivia destacan el papel indígena y femenino en la protección del medio ambiente y el fortalecimiento comunitario.
Los días 4 y 5 de agosto de 2025, un grupo multidisciplinario de representantes de Bolivia, Brasil, Colombia y Perú recorrió la región de la Chiquitania., presente en el extremo sureste de Bolivia, abarcando gran parte del departamento de Santa Cruz de la Sierra. El grupo estuvo formado por representantes del Instituto Boliviano de Investigación Forestal (IBIF), Tropenbos Colombia y del Programa de Conservación y Desarrollo en los Trópicos (TCD) da Universidade de Florida (UF).
La primera visita técnica fue a la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) de Lomerio, reuniendo a representantes de la Unidad Técnica Territorial (UTT) de la Central Indígena de Comunidades Originarias de Lomerio (CICOL) y la Organización de Mujeres Indígenas Monkoxi de Lomerio (OMIML). Durante esta visita, se presentaron y discutieron iniciativas de gestión colaborativa de tierras comunales, incluida la gestión de recursos forestales como la madera en asociación con empresas, y el papel de las mujeres y los jóvenes en el monitoreo del territorio, especialmente ante los altos riesgos de incendios forestales en la región.

Imagen del informe del IBIF ‘Sistematización de la experiencia de monitoreo, control de quemas y reducción de riesgos por incendios forestales en la TCO de Lomerio CICOL’. Este documento describe la problemática de los incendios forestales en la región, y las acciones y lecciones aprendidas por CICOL en el monitoreo y control de incendios en los últimos años. https://ibifbolivia.org.bo/wp-content/uploads/2025/05/sistematizacion-quemas.pdf
TCO en Bolivia es una designación otorgada a las tierras indígenas autónomas de propiedad comunitaria. La Constitución de Bolivia de 2009 garantiza a los pueblos indígenas los derechos a los recursos naturales que se encuentran en sus tierras comunales. Y específicamente, la TCO de Lomerio tiene una superficie de mas de 200 mil hectareas. Lomerio junto a las comunidades Paikoneca de San Javier y de Concepcion comparten otra TCO llamada Monte Verde que tiene una superficie de cerca de 1 millon de hectareas. La región tiene una historia marcada por las luchas por la autonomía de los pueblos indígenas y el reconocimiento territorial, lo que resultó en la creación de un sistema propio de gobernanza comunitaria y manejo sostenible de los recursos naturales. Hoy enfrenta presiones como la deforestación, los incendios forestales, el avance de la frontera agrícola y la minería.

Representantes de la Unidad Técnica Territorial de la Organización Indígena de las Comunidades Nativas de Lomerio (CICOL), mujeres indígenas de la Organización de Mujeres Indígenas Monkoxi de Lomerio, y representantes del Instituto Boliviano de Investigaciones Forestales, Tropenbos Colombia, y del Programa de Conservación y Desarrollo en el Trópico de la Universidad de Florida en visita técnica a la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) de Lomerio, Bolivia. Foto: Reina García, comunicadora del CICOL.
Representantes de OMIML, organización que agrupa a monitores ambientales y líderes comunitarios, comentaron que uno de los principales frentes de trabajo es la prevención de incendios forestales, pero que también trabajan para fortalecer la autonomía del liderazgo y la economía de las mujeres.

Líder indígena de la Organización de Mujeres Indígenas Monkoxi de Lomerio (OMIML) presentando la iniciativa de mujeres en la Tierra Comunitaria de Origen de Lomerio, Bolivia. Foto: Carolina Simon-Pardo, becaria postdoctoral en la Universidad de Florida.
Juana Tomicha Parapaino, integrante de OMIML y responsable de la coordinación de Economía y Producción, destaco que: «el monitoreo es muy importante para nosotras, las mujeres, porque somos las primeras afectadas dentro de nuestro territorio y comunidad. Nos enseña cómo prevenir incendios en tiempos de sequía, cuando somos propensos a perder nuestros bosques. Esto tiene consecuencias como la escasez de agua y alimentos y, muchas veces, necesitamos salir de casa para conseguir agua para los animales y para el consumo humano, ya que no tenemos un sistema de agua potable en la región».


Juana Tomicha Parapaino, miembro de la Organización de Mujeres Indígenas Monkoxt de Lomerio – OMIML y responsable de la coordinación de Economía y Producción.
▶️Escuche el audio del discurso de Juana Parapaino:
La presencia femenina en la vigilancia ambiental y territorial también fue enfatizada por Verónica Castro Mendoza, monitora de OMIML, que trabaja en alianza con CICOL: «Antes, trabajaba prácticamente sola, con diez hombres y una sola mujer. Hoy ya tenemos seis nuevos monitores que formaremos para seguir adelante. Es un orgullo para nosotras y una experiencia muy valiosa para la organización, porque seguimos luchando por nuestro territorio y avanzando como mujeres».

Escuche el audio del discurso de Verónica Mendoza:
El grupo multidisciplinario también visitó la Asociación de Mujeres Artesanas Nantaitu (AMAN), que realizan bordados en tela con figuras de la naturaleza. El grupo también visitó a productores y productoras de cosméticos a base de aceite-resina de copaiba (Copaifera spp.) que están vinculados a la Organización Productiva Copaibo-Simbao. Otra visita fue a la Asociación de Productores de Miel de Lomerio (APMIL), compuesta por mujeres y hombres que cultivan miel reconocida por el Estado boliviano como ecológica y que biscan expandir su mercado. Los productores e y las productoras de miel enfrentan desafíos como la necesidad de certificación de productos y acceso a canales de comercialización, al tiempo que mantienen prácticas alineadas con la conservación y la adaptación climática.
Leyenda: Reunión con la Asociación de Mujeres Nantaitu de la Comunidad Tierra de Origen de Lomerio, Bolivia. Foto: Eduardo Soriano Candia.
El rol de las organizaciones de apoyo también fue recordado por Pura Suárez, coordinadora de género de IBIF: «Trabajamos para fortalecer el empoderamiento político y organizacional de las mujeres indígenas chiquitanas, así como sus capacidades técnicas para la inspección y vigilancia del territorio. También promovemos la autonomía económica a través de la producción agroecológica y el uso sostenible de los recursos no maderables, siempre con base en las necesidades y visión de las propias comunidades».
Otro punto destacado de la visita técnica fue la reunión con la Organización de Mujeres Indígenas de Concepción (OMIOCHC), en el municipio de Concepción. La OMIOCHC fue creada en 2018 com el fin de garantizar un espacio político autónomo para las mujeres y fortalecer las redes interinstitucionales para combatir la violencia de género.

Escuche el audio del discurso de Pura Suárez:
Para Ana Luiza Violato Espada, becaria postdoctoral asociada al TCD y a la Facultad de Ciencias Forestales, Pesqueras y Geomáticas (SFFGS) de UF, «las iniciativas de mujeres indígenas que se han formado en la región de la Chiquitana de Bolivia revelan que, además de las preocupaciones ambientales y económicas, estas personas están pensando y trabajando por los derechos humanos, asegurando mejores y dignas condiciones de vida para grupos generalmente marginados y vulnerables, como las mujeres. Me impresionó el grado de organización de estas iniciativas y la inserción en diversos temas, desde el medio ambiente, pasando por el empoderamiento económico hasta la lucha contra la violencia de género». Ana también comenta: «Para mí, estos grupos de mujeres están poniendo en práctica varios objetivos de la Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ONU), estas mujeres son un gran ejemplo a seguir».

Leyenda: Organización de Mujeres Indígenas de Concepción recibiendo a representantes del Instituto Boliviano de Investigación Forestal, Tropenbos Colombia y el Programa de Conservación y Desarrollo en los Trópicos de la Universidad de Florida. Foto: Eduardo Soriano Candia.
En San Javier, el grupo visitó el Centro Indígena Paiconeca de San Javier, donde pudieron conocer la iniciativa de la Organización de Mujeres Indígenas de Paiconeca (OMIP-SJ). Los representantes de OMIP-SJ informaron cómo se estructuró la iniciativa para integrar a las mujeres indígenas en los planes de vida comunitarios y responder a crisis socioambientales como incendios y sequías.

Leyenda: Líderes de la Organización de Mujeres Indígenas Paiconeca, San Javier, con representantes del Instituto Boliviano de Investigación Forestal, Tropenbos Colombia y el Programa de Conservación y Desarrollo en los Trópicos de la Universidad de Florida. Foto: Eduardo Soriano Candia.
Para María Clara van der Hammen, coordinadora de proyectos en Tropenbos Colombia, la experiencia de las visitas técnicas a la región sureste de Bolivia trajo una visión más concreta del impacto de estas acciones: «Fue muy hermoso ver cómo los grupos de mujeres se empoderan y trabajan, a pesar de las dificultades. La formación y las habilidades que adquirieron son notables, así como la fuerza del trabajo técnico local. Me voy de aquí con mucha admiración y con la sensación de que tuvimos la suerte de escuchar sus historias y comprender mejor la realidad que enfrentan».

▶️ Escuche el audio del discurso de María Clara:
Estas experiencias revelan un papel creciente de las mujeres indígenas como protagonistas de la protección del medio ambiente, el empoderamiento económico y la cohesión social en la Panamazonía. Sus acciones combinan el monitoreo territorial, la gestión de los recursos naturales, el emprendimiento femenino comunitario y la defensa de los derechos humanos, demostrando que la conservación y el bienestar colectivo van de la mano cuando son liderados por quienes viven y cuidan el territorio.